Preguntas frecuentes
¿La valoración de una empresa sólo debe hacerse cuando se comienza un proceso de venta?
¿Cuál es el periodo de validez de una valoración?
¿Tiene valor una empresa que genera pérdidas?
¿Puedo hacer yo mi propia valoración?
¿Por qué valorar mi empresa si no voy a realizar operaciones corporativas?
¿Todas las valoraciones requieren del mismo esfuerzo?
¿Qué razones puedo tener para vender mi empresa o buscar inversores?
¿Por qué contratar a un experto en la venta de empresas?
¿Cuánto cuesta contratar a ACTA Finance para que venda mi empresa?
¿La valoración de una empresa sólo debe hacerse cuando se comienza un proceso de venta?
Un informe puede servir para múltiples propósitos cuando se realiza de manera periódica, como por ejemplo determinar la creación de valor de la compañía y su relación con la remuneración de directivos. Un informe de valoración es de gran utilidad en la solicitud de préstamos, u otras gestiones que requieran de una información lo más transparente e independiente posible. Para ver la casuística completa de la utilidad de un informe de valoración, ver el apartado “por qué valorar su empresa”.
¿Cuál es el periodo de validez de una valoración?
Estimamos que un periodo razonable de validez para una valoración puede alcanzar los 6 meses, siempre que no se produzca algún hecho relevante. Estos se debe a que las condiciones pueden cambiar drásticamente de vez en cuando, tanto para la economía en su conjunto, como para las economías locales y e incluso para determinados tipos de empresas o sectores. Si las tasas de interés suben, el dinero es cada vez más caro, el valor de las empresas disminuye, y viceversa. Cuando hay una gran cantidad de empresas en venta en un sector determinado, y menos compradores, el valor disminuye. Cuando hay una gran cantidad de compradores y menos vendedores, los valores aumentan.
Las empresas de mi sector siempre se venden por dos veces los ingresos anuales / Mi negocio vale por lo menos ...
No suele ser razonable el uso indiscriminado de múltiplos, bien de ventas, EBITDA, u otros y aplicarlos directamente a nuestra empresa. Normalmente estas tipo de generalización tienden a simplificar en exceso la realidad, que además, suele estar soportada por muy pocos o incluso un solo caso. Además no tiene en cuenta la propia realidad de la empresa, ni el entorno económico en el que se está inmerso en ese momento.
¿Tiene valor una empresa que genera pérdidas?
En determinadas ocasiones sucede que una empresa con pérdidas contables, puede presentar flujos de caja positivos, y en consecuencia tener un valor económico positivo. De igual forma, el hecho de presentar beneficios contables, pueden enmascarar otro tipo de realidad, el beneficio o pérdida es una opinión, la caja es una realidad. Lo que si es cierto es que una empresa que genera pérdidas, también está generando un crédito fiscal, por consiguiente “al menos” se le puede asignar ese valor. En todo caso toda situación ha de estudiarse de forma individualizada.
¿Se debe sumar la valoración de los inmuebles que la sociedad tiene en su balance al resultados de la valoración?
Un inmueble, con independencia de su valor individual y siempre que se encuentre involucrado en el proceso productivo (no como inversión), es un activo más de la compañía, como lo son: ordenadores, mobiliario, etc. Estos activos son los que intervienen de forma más o menos directa en las operaciones de la empresa y en consecuencia en la generación de flujos de caja. Por este motivo, su valor se encuentra ya implícito dentro de la valoración de la empresa. No obstante siempre se puede plantear la venta individualizada de activos, y si la suma de estos es superior al valor de empresa obtenido, se deberán tomar las decisiones oportunas.
¿Por qué acudir a un especialista cuando existe software gratuito, o muy económico, para valorar empresas?
Al margen del empleo, que además resulta necesario, de modelos o programas para su cálculo, parece necesario aproximarse a cualquier valoración con un espíritu crítico. Hay que sacar provecho de la metodología científica y el saber doctrinal. Además, hay que saber interpretar los distintos métodos de valoración, ya que existen múltiples aristas que condicionan cualquier opinión.
¿Puedo hacer yo mi propia valoración?
Sin duda, pero conviene asesorarse por un tercero independiente. Cualquier valoración debe realizarse desde cierta distancia. Si somos juez y parte de la valoración, el componente subjetivo de la misma se incrementa exponencialmente. Es necesario apoyarse en asesores independientes que aporten metodología, experiencia, profesionalidad y objetividad. La valoración realizada por una firma independiente dota de una mayor transparencia a la estimación del valor.
¿Por qué valorar mi empresa si no voy a realizar operaciones corporativas?
El valor de la empresa fluctúa con el tiempo. Ya hemos comentado anteriormente que la empresa es un ser vivo. Por ello, cualquier decisión empresarial como subir precios, reducir costes, invertir en activos industriales o ampliar mercados y productos tienen implicaciones más tarde o temprano en el valor de la empresa. La obligación como gestor y/o accionista es incrementar el valor de las acciones de su empresa. No deberíamos olvidar cada cierto tiempo de medir el valor de la empresa. Probablemente sea uno de los indicadores de gestión más eficaces y a menudo más olvidados por gestores y empresarios.
¿Qué razones puedo tener para vender mi empresa o buscar inversores?
Son muy diversos y personales, cada empresario tiene su propio universo de motivos por los que adopta una de las decisiones más importantes de su vida, y en mucha ocasiones no existe un motivo sino varios. Desde un punto de vista metodológico, podemos clasificarlas en:
- problemas de sucesión.
- problemas económicos.
- coyuntura del mercado.
- cansancio y/o deseos de cambio.
- falta de dimensión / necesidad de expansión.
- desinversiones
- otros…
¿Por qué contratar a un experto en la venta de empresas?
Cuando un empresario decide vender su empresa, se está enfrentando, posiblemente, a la decisión empresarial más importante de su vida.
El proceso de venta de una empresa consume muchos recursos, es un proceso largo, agotador y en muchos casos frustrante.
Todo ello hace que la intervención de profesionales cualificados sea condición necesaria para plantearse comenzar con una operación de esta índole.
¿Cuánto cuesta contratar a ACTA Finance para que venda mi empresa?
El coste varía en función del tamaño de la empresa y de la complejidad que presente la operación. Existen unos costes fijos iniciales relacionados con el trabajo previo de preparación y análisis de la operación y un coste variable, llamado comisión de éxito, que es un porcentaje sobre el precio final de la venta. El mandato de venta a ACTA Finance supone:
- Confiar en un profesional que dirija la operación y firmar el contrato.
- Darle exclusividad y establecer un plazo.
- Aceptar el pago de los honorarios profesionales iniciales.
¿Quién va a comprar mi empresa?
Aunque usted no lo piense, existe un amplio abanico de potenciales compradores, hay que analizar la empresa y detectar cuales son para otros las “oportunidades” que la empresa en venta puede ofrecer. Los potenciales compradores se pueden clasificar en:
- Empresas de la misma industria que persiguen una estrategia de integración vertical, es decir, clientes o proveedores de la empresa objetivo.
- Empresas del mismo sector que siguen una estrategia de crecimiento acelerado difícilmente alcanzable orgánicamente.
- Empresas del sector interesadas en diversificarse, por ejemplo, una empresa de tejas que adquiera una empresa fabricante de ladrillos.
- Inversores directivos
- Entidades financieras como inversión estratégica
- Entidades de capital riesgo
- Inversores privados